18 feb 2014

¿Sin Polifonía antes del 900 d.C.?

  ¿Sin Polifonía antes del 900 d.C.?

     Strings and Threads. A Celebration of the Work of Anne Draffkorn Kilmer. Wolfgang Heimpel, Gabriella Frantz-Szabo Editores. EIS - Eisenbrauns  


     Recomendamos una lectura atenta del capítulo de Richard L. Crocker "No Polyphony before a.d. 900!" en donde se discute críticamente la posibilidad o no de polifonía musical en tiempos anteriores a los que reconoce la ortodoxia académica.

A.D. Kilmer con su lira
     Coautores: G. Azarpay , D. Collon , J. Cooper , RL Crocker , D. Foxvog , E. Hickmann , AB Knapp , E. Leichty , SL Macgregor , SB Noegel , D. Pickworth, E. Robson , JC Ross, D. Schmandt - Besserat , D. Stronach , y RL Zettler . El volumen concluye con una bibliografía y un índice de las obras de AD Kilmer.

   Anne Draffkorn Kilmer ha desarrollado una larga y fructífera carrera académica en Asiriología. Tras obtener su doctorado en Filadelfia será asistente de Benno Landsberger en Chicago. Llegó a Berkeley en 1963 y permaneció allí durante un largo periodo de tiempo a pesar de las ofertas de otras universidades.  
Durante su carrera, además de sus muchas contribuciones en asiriología y en musicología antigua, sirvió a la universidad en varias funciones administrativas. En Asiriología, sus amplios y variados intereses incluyen el léxico textual, matemáticas, entretenimiento, y especialmente, la música. Sus descubrimientos ocurrieron a menudo de un modo inesperado.
     En 1972, tras 15 años de investigación, la Profesora Kilmer transcribió una de las piezas más antiguas conocidas de notación musical. Se trataba de unas tablillas de arcilla que contenían signos cuneiformes de la lengua hurriana, encontrados en una excavación de la década de los 50 en la antigua ciudad siria de Ugarit, lo que hoy es la moderna Ras Shamra. El texto contenía un himno completo, tanto en palabras como en música, y es famoso por ser la notación musical conservada más antigua. Además de la transcripción de Kilmer, otros autores han intentado también transcribir esta música, con diferentes interpretaciones.

  
The Hurrian Melodic Text
The Hurrian Melodic Text
   Las tabletas datan aproximadamente del 1400 aC,
por lo que su antigüedad se remonta a 3400 años, y el himno que contienen está dedicado a la esposa del dios de la luna, Nikal. Para sorpresa de los investigadores también contienen instrucciones detalladas de ejecución dirigidas al cantante y a su acompañamiento por un arpista, así como instrucciones sobre cómo afinar el arpa.
El resultado de este trabajo se publicó con una grabación en 1976, "Sounds of Silence: Recent Discoveries in Ancient Near Eastern Music." Anne D. Kilmer, Richard L. Crocker and Robert R. Brown, de la editorial  BellaRomaMusic.com.
    La versión de Kilmer puede escucharse en MIDI mediante el enlace, y también hay disponible una reconstrucción de las partituras con notación actual.
   El siguiente MIDI es un arreglo realizado a partir de los estudios de Marcelle Duchesne-Guillemin. También es posible escuchar la interpretación realizada por M.L. West y expuesta en su artículo "The Babylonian Musical Notation and the Hurrian Melodic Texts" Music and Letters 75 [1993-94] 161-179.

HIPOCAMPO Y APRENDIZAJE


El caso de H.M. (Henry Gustav Molaison)

 HIPOCAMPO Y APRENDIZAJE


Mediante el corte y reconstrucción del cerebro de Henry Gustav Molaison, los investigadores han confirmado las predicciones antes realizadas sobre este paciente, el cual ha contribuido enormemente al desarrollo de la neurociencia.

"La confirmación es sin duda importante," dice Richard Morris, quien estudia el aprendizaje y la memoria en la Universidad de Edimburgo, Reino Unido. "El paciente es un caso típico, por lo que el artículo será ampliamente citado."

Molaison, conocido en la literatura científica como paciente HM, perdió su capacidad de almacenar nuevos recuerdos en 1953 tras una intervención en la que el cirujano William Scoville retirase parte de su cerebro - incluyendo una gran sección del hipocampo con el propósito de tratarle la epilepsia. Esto proporcionó la primera evidencia concluyente de que el hipocampo es fundamental en la memoria. H.M. fue ampliamente estudiado por los neurocientíficos cognitivos a lo largo de su vida.
Tras su fallecimiento en 2008, Annese se propuso descubrir exactamente lo que Scoville había extirpado. El cirujano había realizado una serie de dibujos durante la operación, y los estudios de imaginería cerebral en la década de 1990 confirmaron que la lesión se correspondía con estos dibujos, aunque era ligeramente más pequeña. Aún cuando la imagen cerebral tiene relativamente baja resolución, Annese y sus colegas fueron capaces de llevar a cabo un análisis a escala micrométrica.

Usando las tecnologías neuropatológicas más modernas, los investigadores cortaron el cerebro en finísimas 2401 rebanadas, que se tiñeron en grupos de treinta para revelar los detalles de cada célula y sus proyecciones. Utilizaron las rebanadas para crear un modelo computacional tridimensional de la zona del cerebro relativa a la extirpación.
Los resultados confirmaron que la zona residual del hipocampo posterior que se sospechaba había sobrevivido a la operación aún existía, y además era algo más grande de lo previsto. Había perdido la conexión con otras estructuras anatómicas en los circuitos implicados en la consolidación de la memoria a largo plazo - incluyendo la corteza entorrinal, que había sido casi completamente extirpada lo que imposibilitó la recuperación de HM. Los resultados también mostraron daños esperados en el cerebelo causados por la fenitoína, fármaco antiepiléptico que estaba obligado a tomar durante toda su vida, así como otros daños atribuibles al envejecimiento.
La operación de corte que duró 53 horas - fue presentada en vivo por videoconferencia. En ella estuvieron presentes los directores de una compañía teatral del Reino Unido, autores y productores de la obra 2401 objetos, una exploración de la vida de HM aclamada por la crítica en el Festival de Edimburgo de 2011.
  

Fuente: This article is reproduced with permission from the magazine Nature. The article was first published on January 28, 2014.